miércoles, 11 de mayo de 2011

CUCARACHAS

...... eras tu? pero tambièn no lo eras, es extraño, talvez sea un preludio de lo que vendrà, pero yo te llamaba por tu nombre, tenias la misma color de piel, pero tu rostro era diferente, hasta hablabas igual que tu.... Nuestro cuarto era en tu sala de estudio, esa computadora ya no estaba y era mas espaciosa, estaban alli los libros, mis acompañantes....la cama estaba tendida con tus sàbanas azules y blancas, lo vi bien clarito, estàbamos echados, y por alguna razòn tuve que levantarme, era tarde bien tarde, la hora pasaba de la media noche. Sòlo el cuarto estaba bien iluminado. Salì, sola, y era mi obligaciòn ir sola a aquel lugar, todos iban, y tocaba mi turno, con palabras suaves o quizàs èl, me dijiste que me esperarìas y me diste un beso, feliz salì del cuarto, casi como una campanita, saltado y repitiendo las frases de una canciòn que ni yo misma recuerdo, antes de ir a aquel lugar, lugar extraño y que se encontraba arriba, me detuve a tocar y hablar a las plantas de ella, estaban lindas, la luna cambiaba de color, aveces era amarilla y aveces era roja, y hasta parecia tener ojos, yo feliz y sonriente estaba apesar de la oscuridad de la noche, de pronto escuchè que alguien queria forzar la puerta de la calle, quedè pasmada y no pude hablar ni gritar, sentìa un nudo en mi garganta, que impedia hablar con normalidad, con mucho esfuerzo y casi con la voz apagada y con mucho temor, pude decir: Quien anda alli?¡... Quien anda alli?¡... Hasta que mi temor se hizo realidad ese ser entrò, me quedè paralizada, y tu no pudiste escucharme, ciuando lo vi, tuve una sensaciòn de alivio, y le recriminè, era C Pequeño, creo que asi se escribe, le recriminè por asustarme y por llegar tan tarde, a sus padres no les interesò estaban ocupados gritando, me alejè y mirè por ùltima vez a las plantas y a la luna, les sonriè y subì por la escalera, esa parte estaba aùn màs oscura, los pasamanos de las escaleras parecian viejas, polvorientas y polillas la habitaban, caminè con tranquilidad hasta que por fin entrè al lugar, adonde muchas veces yo descansaba, jugaba contigo, reìa, leìa al pequeño Amadis.....Abrì la puerta, en realidad la puerta estaba semi abierta, entrè y casi vacia estaba, sòlo habìa una meza, un par de sillas, una que otra cosa tirada en el piso, habia mucho polvo, mucha tela de araña, casi lo podia sentir en mi cara, estaba oscura, mirè a mi alrededor y de pronto escuchè un zigzeo suavecito para hacerse màs ruidosa, lo sentìa cerquita a mis oìdos, en mi cabellos, en mi cuerpo dentro de mi ropa, eran grandes, yo desesperada me las quitaba con violencia, luchè con mucha fuerza, eran muchas, miles y miles de cucacharas que me votaban de aquel lugar, no queria salir pero ellas vencieron, corrì casi desesperada a las escaleras, y con el cambio de color de la luna pude verlas, eran grandes y rojas, pasaban y repasaban por el pasamanos de la ecalera y la baranda, mas no se atrevian a pisar el suelo, yo me las quitaba de mi cabeza, las tiraba al suelo y casi inmediatamente subìan al pasamanos, sentì que mi descenso era en càmara lenta, hasta que por fin pude pisar el suelo y como arte de magia las cucarachas me dejaron en paz, al momento que me sacudì: patas, antenas, alas yotros restos de curachas vi a una persona que se acercaba a mi, me di cuenta que iba a subir, apenas me vio, no quiso mirarme como si su meta era llegar al "lugar", tampoco dije nada casi agachada me sacudìa, tenia vergûenza de admitir que ya no me querìan, que ese lugar ya no se sentìa bien conmigo, aceptè mi derrota....no pensè en las consecuencias, ya no podia encontrarte, intentè, corrì, gritèèèèèèèèèèè, no escuchaste....Y nunca màs pude encontrar el camino.

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